“Mi práctica artística surge como un medio para explorar la memoria, el paso del tiempo y la compleja relación que tenemos con nuestra existencia. En cada obra, superpongo capas de sensaciones, tanto consciente como inconscientemente retenidas, que aún persisten en mí. Estas capas funcionan como fragmentos de recuerdos y emociones que emergen durante el proceso creativo, evocando rastros de historia y desgaste, y permitiéndome establecer una narrativa visual profundamente íntima.

El gesto pictórico se transforma en una extensión del cuerpo y la psique, una herramienta para acceder a lo que a menudo permanece oculto en la experiencia vital. La pintura emerge como un espacio de búsqueda y contemplación, donde lo visual entabla un diálogo silencioso con lo emocional. Dentro de ese diálogo, mi objetivo es desentrañar los pliegues de la memoria individual y colectiva, reconociendo la fragilidad del tiempo y la forma en que moldea nuestra percepción de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.

Mi trayectoria visual previa en cine y fotografía aporta un repertorio estético rico, disciplinario y técnico, que reconozco como fundamento de una madurez plástica sostenida. En esa continuidad, la pintura se presenta como el espacio donde convergen todas mis experiencias formales y existenciales.

Aspiro a que mis obras sean preservadas con el rigor de un objeto museográfico: concebidas para resistir el tiempo, para dialogar con el espacio institucional y para insertarse en programas de contemplación lenta. Mi práctica no busca la visibilidad fugaz, sino la posibilidad de perdurar en las colecciones que entiendan la pintura como pensamiento material y memoria expandida”.

Biografía breve

Felipe Schiffrin es artista visual con 28 años de trayectoria en fotografía y cinematografía, reconocido por su sensibilidad estética y rigor técnico. Desde hace más de tres años centra su práctica en la pintura.